Morfeo era el Dios Griego que tenía el poder de inducir a los humanos al mundo Onírico, contaba con la habilidad de volar por el mundo con sus alas, de acudir al lugar que él quisiera. Si por alguna razón una persona se resistiera a caer en el fino placer de un sueño, bastaba un soplido en la frente para que cayera en sus brazos, de ahí la expresión de cayó en los brazos de Morfeo.

En los sueños, Morfeo podía tomar forma humana o de los seres queridos, la cosa iba bien hasta que empezó a revelar acontecimientos a los humanos, tarea que no le había sido encomendada, empezó a provecharse de lo que podía desatar en sueños, y así nacieron las pesadillas, de igual manera creó los sueños placenteros donde existía el final feliz.

En cierta ocasión advirtió, desde luego en sueños, a una madre sobre el deceso de su hijo. Al despertar, la mujer se lanzó a buscar en la profundidad de las aguas a su hijo, encontrando lamentablemente su muerte.

Por esta razón, Zeus, pone fin a la vida de Morfeo, por alterar el orden natural de las cosas. De ahí que a Morfeo sólo lo podamos ver en sueños y eso de vez en cuando, por eso lo que pasa en el mundo Onírico, se queda en el mundo Onírico.